Infojus: Se entregó a la Justicia Raúl Arturo Viglizzo, ideólogo de la CNU

Viglizzo está acusado de integrar una organización ilícita “enmascarada en la CNU” para llevar adelante una serie de delitos que incluyeron homicidios, robos y secuestros en los ‘70, según analizó la Fiscalía al solicitar la elevación a juicio oral.

Raúl Arturo Viglizzo, uno de los ideólogos de Concentración Nacional Universitaria (CNU), se entregó ayer a la Justicia Federal. “Dijo que estaba cansado de estar prófugo”, señaló a Infojus Noticias una fuente vinculada a la investigación pero aclaró que se negó a declarar. Viglizzo está acusado de integrar una organización ilícita “enmascarada en la CNU” para llevar adelante una serie de delitos que incluyeron homicidios, robos, incendios, falsificación de documentos y secuestros, según analizó la Fiscalía al solicitar la elevación a juicio oral, que se concretó en diciembre pasado.

“El petiso” o “el rengo” llegó al Juzgado Federal número 3 de Mar del Plata y luego se sumó su abogado, Horacio Insanti, que también defiende a otros integrantes de lo que fue la CNU. Entró al edifio, se reunió con las autoridades judiciales y dijo que estaba “cansado de estar prófugo”, que tres años escondiéndose habían sido mucho tiempo. No lo mencionó pero es posible que sobre su cansancio haya operado la campaña oficial que ofrece recompensa para quienes aporten datos sobre alguno de los 56 represores prófugos: por Viglizzo ofrecían 300 mil pesos por datos verídicos sobre su domicilio.

Viglizzo era, según analizó la Justicia, uno de los ideólogos de la CNU junto con el ex fiscal Gustavo Demarchi, que también está detenido en la misma causa, donde se investigan los crímenes cometidos por esa organización parapolicial entre febrero de 1975 y marzo de 1976. Ese período se inició prácticamente con lo que se conoció como la noche del “Cinco por uno”.  Así bautizaron a la revancha que se tomó la CNU para vengar la muerte de su jefe político, Ernesto Piantoni.

A Piantoni lo mató Montoneros la noche del 20 de marzo de 1975 porque lo consideraban “el hombre de López Rega en Mar del Plata”. Y, en el mismo velatorio de su jefe, la cúpula de la CNU decidió salir de cacería: esa madrugada secuestraron y asesinaron a Bernardo Goldenmberg, al teniente primero (RE) Jorge Videla y a sus hijos Jorge y Guillermo. También, a Enrique “Pacho” Elizagaray, principal dirigente de la Juventud Universitaria Peronista marplatense e hijo del senador provincial del Frejuli, Carlos Elizagaray.

Según relató Mirta Masid, que fue esposa de uno de los hombres del CNU, en medio del velorio, la mujer de Piantoni les exigió: “Quiero la cabeza de todos aquí”. Y también declaró ante la Justicia que el que pudo haber “transmitido” la orden fue Demarchi, que por esos días era fiscal en Mar del Plata. “Él tenía acceso a la Cristina (la viuda de Piantoni). Y esa noche fueron todos a vengar la muerte de Piantoni. Fueron Eduardo Ullúa, Carlos González, Mario Durquet, Gustavo Demarchi, Fernando Delgado, Patricio Fernández Rivero, José Luis Piatti, Raúl Viglizzo, Raúl Molleón””, contó Masid, que estaba casada con Carlos “Flipper” González, uno de los cuadros “operativos” del CNU, que está involucrado en el asesinato de un diputado en San Juan.

Ese fue el inicio de una nueva escalada de crímenes que había comenzado en diciembre de 1971 con el asesinato de Silvia Filler. Aquella muerte fue parte de la disputa política y armada que desplegó la CNU para controlar los claustros universitarios marplatenses primero, y la Justicia después. Esa pelea, que fue bautizada con la muerte de Filler, continuará seis años después –ya en dictadura- con el secuestro y desaparición de un grupo de abogados laboralistas, entre los que estaban Norberto Centeno, Jorge Candeloro y Tomás Fresneda. Con esas muertes, ocurridas en el marco de lo que ellos llamaron “La noche de la corbatas”, también se beneficiaron los miembros de la CNU.

Sobre el crimen de Filler, que se produjo cuando la CNU decidió romper a balazos una asamblea de estudiantes que discutía sobre docentes y planes de estudio, la Justicia Federal accedió a los informes del SIPBA (Servicio de Informaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires), fechados el 3 de agosto de 1973. Allí, los efectivos de inteligencia de la Policía bonaerense, detallaron que Oscar Corres (ex oficial administrativo de la fuerza) y Viglizzo, entre otros, “tuvieron directa participación en los hechos que desembocaron en el homicidio de la estudiante Silvia Ana Filler”.

Por ese crimen fueron detenidos Corres, Marcelo y Beatriz María Arenaza, los hermanos Raya, Raúl Viglizzo, Alberto Dalmasso y Juan Carlos Gómez (h), entre otros. Pero fueron liberados con la amnistía a los presos políticos que se produjo durante el gobierno de Héctor Cámpora.

Procesados, detenidos y fugados

El juez federal Santiago Inchausti elevó la casa a juicio oral en diciembre pasado con una docena de procesados y tres prófugos: Raúl Viglizzo (que se entregó anoche después de tres años de fuga), Ullua y Delgado. A todos ellos los juzgarán por ser parte de una el delito de “asociación ilícita”.

Los procesados y detenidos son: Gustavo Demarchi, Juan Carlos Gomez, Daniel Ullua, Mario Durquet, Marcelo Arenaza, Beatriz Arenaza, Juan Pedro Piero Asaro, Oscar Corres, Fernando Otero, Juan Carlos Asaro, José Luis Granel, Roberto Coronel, Roberto Justel y Raul Molleón.

Los prófugos son Eduardo Salvador Ullúa y Fernando Delgado. Y por el paso del tiempo hay varios fallecidos: José Luis Piatti, Ricardo Oliveros y José Catuogno. Y a Patricio Fernandez Ribero se lo declaró insano.

*Junto a Felipe Celesia trabaja en un libro sobre la “Noche de las corbatas”.

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