Infojus: Estudiantes, abogados y juristas debatieron sobre la Justicia

Hubo 10.000 acreditados que participaron de las ocho mesas. Por la tarde, miles más se acercaron a escuchar a la Presidenta. Crónica de una jornada histórica.

“Y muchos marines de los mandarines cuidan por vos las puertas del nuevo cielo”, se escuchaba desde los  los parlantes de la Universidad de La Matanza. El  Primer Congreso sobre Democratización de la Justicia se abrió con las palabras  del ministro de Justicia Julio Alak, el periodista Horacio Vertbisky y el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto. “El Poder Judicial no es de los abogados ni de los jueces, el Poder Judicial es del pueblo”, dijo Alak en su discurso. Y remató: “El poder económico siempre estuvo contra el poder popular”.

Minutos antes, Vertbisky había dicho que “la demagogia punitiva da un mensaje a la justicia y es parte de la violencia institucional”. En una carpa cercana, Raquel Witis, decía: “Necesitamos una Justicia con respuestas creativas y urgentes”. Fue en la primera mesa de debate, en la que participaron madres de víctimas. Compartieron experiencias y hablaron de la crisis judicial. Cerca, el diputado Agustín Rossi abrió minutos después el debate sobre la reforma del Consejo de la Magistratura y la participación popular. “Voy a correr la botella. La última vez que debatí sobre el Consejo de la Magistratura me tiraron un botellazo”, dijo Rossi antes de empezar. El público respondió con una sonora risa. “Lo que buscamos con la elección popular de los consejeros es atenuarles los rasgos corporativos al poder judicial”, remarcó Rossi.

La concurrencia fue masiva: diez mil inscriptos y más de cuarenta exponentes. Cuatro carpas donde, simultáneamente, se discutieron temas de la reforma judicial. El Consejo de la Magistratura, ingreso democrático al Poder Judicial, medidas cautelares y nuevas Cámaras de Casación. El foco está puesto en la formación y el debate.

Desde temprano hubo largas filas para acreditarse. Abogados y profesores en traje, jóvenes con mochilas y remeras estampadas con leyendas políticas, trabajadores con los chalecos del sindicato. “Soy estudiante de 1° año. Me llevo libros para leer porque me interesa la política y la Constitución”, comentó una chica que estudia en la escuela penitenciaria de Lomas de Zamora. Estaba con un grupo grande de compañeros: sus profesores les habían propuesto hacer un trabajo práctico a partir del congreso.

Todas las carpas estuvieron repletas mañana y tarde. En la mesa sobre el ingreso democrático al Poder Judicial, la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, declaró: “Ya hay empleados judiciales con otro color de piel”. En la carpa sobre la reforma de las cautelares, el juez de la Cámara de Acusación de Córdoba, Gabriel Pérez Barberá, señaló: “Los jueces han naturalizado declarar inconstitucional cualquier ley”. Lo dijo ante un público que le dedicó un aplauso cerrado.

Los alumnos de la escuela de la Policía Federal se mezclaban con los estudiantes de la Universidad de Rosario, que vinieron con sus agrupaciones políticas. Una avioneta invitaba a los vecinos de La Matanza a participar del congreso y al cierre que hará la Presidenta. “Vine porque me interesa”, dice un abogado de unos 50 años que llegó desde Entre Ríos. “Quiero conocer a fondo las iniciativas, vine a aprender”, agrega. Su compañero, un poco más joven, dice que está porque cree “que están muy bien los proyectos y quiero poder defenderlos”.

En la carpa dos, el prestigioso jurista Alberto Binder expuso sobre uno de los principales demandas de la sociedad con respecto a la justicia: los tiempos procesales.”Hay una discordancia entre los tiempos de la Justicia y los de la gente”, dijo el vicepresidente del INECIP, en la mesa que se dedicó a debatir sobre “La agilización de la Justicia y las nuevas Cámaras de Casación”.

Seguían sonando Los Redondos. De repente, la voz de Néstor Kirchner interrumpió la canción: “Las palabras de Julio Nazareno, presidente de la Suprema Corte de Justicia son impropias, son el pasado que se resiste a cambiar lo que el futuro demanda”. Los aplausos de los que pasaban por casualidad frente a la pantalla fueron espontáneos.

Un matrimonio mayor, ella abogada y él profesor de historia, contaron que vinieron para conocer “a fondo” la reforma judicial. Chicos que recién habían terminado el secundario colgaban banderas con consignas sobre la democratización de la justicia en las paredes de la universidad.

La voz de David Lebón ahora se preguntaba “¿Cuánto tiempo más llevará?”, mientras que en las pantallas transmitían imágenes de la ESMA, de las Madres de Plaza de Mayo, del diario Clarín sosteniendo a la Junta Militar. Después la voz de la Presidenta: “La justicia tiene que terminar con esta página para seguir construyendo memoria, verdad y justicia. Y si la justicia argentina no lo hace, yo me comprometo, como Presidenta, a acompañarlos a tribunales internacionales”. Entonces las fotos que aparecían eran las de Marita Verón, Candela Rodríguez, José Luis Cabezas.

Con  “Cerca de la revolución”, de Charly García, las mesas iban cerrando apuradas y se escuchaba el ruido del helicóptero sobrevolando el cielo gris de La Matanza. En unos minutos hablaría la Presidenta.

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