Infojus: “Cuando se recuperan los restos de seres queridos, los huesos hablan”

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“Cuando se recuperan los restos de seres queridos, los huesos hablan”

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2015-10-29 | Por: Waldo Cebrero | Fecha de captura:: 2016-01-24 18:46

Lo dijo Horacio Pietragalla, en referencia a sus padres, secuestrados y asesinados por la dictadura. Es que hoy sus casos fueron traídos en el alegato de la querella de HIJOS en el juicio La Perla. El diputado nacional no pudo viajar y siguió la audiencia desde Buenos Aires, por internet. “Lamentablemente mi papá nunca pudo conocerme”, dijo a infojus Noticias.

Cuando Horacio “Chacho” Pietragalla fue secuestrado en Córdoba, el 15 de octubre de 1975, su esposa Liliana Corti estaba embarazada de cuatro meses. Esperaban su tercer hijo, pero los dos primeros, por distintas razones, habían muerto. Pablo Ernesto, por una enfermedad que lo afectó a los tres años. María Eva, una beba prematura, vivió solo un día. “Los dos estaban muy esperanzados porque iba a nacer yo”, dijo Horacio Pietragalla Corti, diputado por el Frente para la Victoria y nieto recuperado número 75. “Pero lamentablemente mi papá nunca pudo conocerme”, agregó a Infojus Noticias. **

“Chacho” fue secuestrado junto a Eduardo Jensen del bar La Mundial, en el barrio Alta Córdoba. Con panfletos que decían “Este comando no advierte, ejecuta”, sus muertes fueron reivindicados como el bautismo de fuego del Comando Libertadores de América, una fuerza clandestina integrada por civiles, militares y policías. Una especie de Triple A cordobesa, pero bajo el mando del Tercer Cuerpo de Ejército. Su cuerpo fue hallado en una fosa común del Cementerio San Vicente por el Equipo Argentino de Antropología Forense, en 2003, y restituido a su hijo.

El caso de Pietragalla es uno de los 90 que tiene a su cargo la querella de HIJOS, que comenzó a alegar en el juicio La Perla hace una semana. Esta mañana, el diputado Pietragalla se despertó temprano, preparó mates y se conectó a internet para seguir la audiencia a través del canal de la Corte Suprema de Justicia. “Esta vez no pude viajar, pero no me lo quise perder”, contó.

La encargada de alegar ante el Tribunal Oral Federal N°1 de Córdoba fue la abogada María López. El caso fue instruido en el expediente “Barreiro” que investiga 80 delitos cometidos antes del 24 de marzo de 1976. En esa causa, Además de Pietragalla Corti, HIJOS representa a los familiares de Marcelo Tello Biscayart y Hugo Estanislao Ochoa Díaz.

“Contamos con mucha prueba documental en este caso. Además de los panfletos, hay notas periodísticas en los diarios de la época y la propia confesión de uno de los imputados, el capitán Héctor Vergez, que lo escribió en su libro”, dijo la abogada María López.

Un octubre agitado

A principios de los 70, “Chacho” militaba en la Juventud Peronista en el partido bonaerense de San Martín y estudiaba Sociología en la UBA. El 17 de noviembre de 1972, como integrante del Consejo Provisorio de la Juventud Peronista, estuvo en el avión que trajo a Juan Domingo Perón de regreso a la Argentina. También participó de la comitiva que custodiaba la residencia del líder, en la calle Gaspar Campos, en Vicente López.

El 15 de octubre de 1975 “Chacho” y Jensen eran oficiales montoneros y se estaban replegando en Córdoba. Habían participado del ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, en Formosa, protagonizado por Montoneros diez días antes. “Ese día tenían una cita para organizar el acto del 17 de octubre”, contó su hijo a esta agencia. Mientras a esperaban a un tercero, un grupo de policías del D2 de Informaciones los secuestró. En la sede del D2, en pleno centro de Córdoba, fueron torturados.

El propio Raúl Pedro Telledín, jefe de la Inteligencia policial, fue quien se los entregó al Capitán Vergez al frente del Regimiento de Inteligencia 141. Vergez lo reconoce en su libro, pero los menciona como “Montonero P” y “Tucumano rubio”. Él y Telledín había viajado a Formosa para hacer Inteligencia.

“Era público que había participado del ataque en Formosa, pero una vez capturados, en lugar de ser juzgados fueron torturados y fusilados”, dijo López. “Este caso muestra que la cadena de mandos ya funcionaba antes de 1976. Los detuvo la Policía, fueron derivados al Batallón 141. Y todo bajo las ordenes de Luciano Benjamín Menéndez”, explicó María López en su alegato.

En octubre de 1975 La Perla todavía no había sido creada. Pero varios sobrevivientes de ese centro clandestino que fueron detenidos después relataron que los represores se jactaban de haber liquidado a Pietragalla y Jensen. Por La Perla también paso Nina González, esposa de Jensen.

“Arrojamos los cuerpos a un pozo de Chacra de la Merced”, llegó a decir Luis Manzanelli, uno de los imputados, delante de varios detenidos. El militar no mentía. Pero a los pocos días, los cuerpos emergieron de la tierra y fueron vistos por los vecinos. La noticia fue levantada por La Opinión el 30 de noviembre de 1975. Según el diario, uno de esos cuerpos era de Jensen. Entonces fueron trasladados a la morgue del Hospital San Roque.

Se sabe que el cadáver de Chacho Pietragalla estuvo en la morgue desde el 8 de noviembre de 1975 hasta abril de 1976, cuando lo arrojaron a la fosa común que los represores abrieron en el Cementerio de San Vicente.

Nieto 75

El 11 de marzo de 1976 Liliana Corti tuvo a su hijo y lo llamó como su papá, Horacio. Para agosto de 1976 el bebé tenía cinco meses cuando una patota militar montó un operativo en su casa de Villa Adelina y asesinó a Liliana. “Yo estaba ahí”, dice Horacio. Los militares salieron de esa casa con el niño en brazos y después lo entregaron a la empleada doméstica del teniente coronel Hernán Tetzlaff. Horacio creció en el barrio porteño de Villa Lugano. Recuperó su identidad a los 27 años, en abril de 2003, y empezó a reconstruir su historia. Fue un año revelador en más de un sentido. En agosto el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró los restos de su papá y Horacio pudo enterrarlo.

“Cuando uno recupera los restos de sus seres queridos, los huesos hablan y hay una cantidad de cuestiones que empiezan a salir. Yo comencé a vivir con mucha ansiedad, quería conocerlos a través del recuerdo de sus amigos. Los dos eran muy conocidos, por suerte”, dijo el diputado. El 14 de abril de 2014, fue testigo en el Juicio La Perla. “En estos años me pasaron muchas cosas. Ahora espero la sentencia”, culminó.

WC/RA


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