Infojus: Represión 2001: "Cuando llegué a Olivos me dijeron que De la Rúa descansaba"
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Represión 2001: "Cuando llegué a Olivos me dijeron que De la Rúa descansaba"
| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2015-05-07 | Por: Milva Benitez | Fecha de captura:: 2016-01-23 21:23
Lo declaró Chrystian Colombo, jefe de gabinete del ex presidente de la Alianza, en el juicio por la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001, que dejó cientos de heridos y cinco personas muertas. El ex funcionario había llegado hasta la residencia de Olivos la madrugada del 20 de diciembre tras una reunión política para negociar sostener al presidente a cambio de que renunciara Domingo Cavallo.
Entre las últimas horas del 19 de diciembre de 2001 y las primeras de la madrugada del 20 Chrystian Colombo -el jefe de gabinete de Fernando de la Rúa- estuvo en el hotel Elevage negociando con radicales y peronistas para mantener a su correligionario en la presidencia. De la Rúa había dispuesto el estado de sitio, y él había conseguido que la renuncia del ministro de Economía Domingo Cavallo fuera la prenda de cambio. Pero esa madrugada, mientras en las puertas del Congreso se desplomaba el primer herido por una bala policial, Colombo no podía llegar al presidente. “Cuando llegué a Olivos, me informaron que el presidente estaba descansando”, declaró.
Así lo recordó ayer Colombo en el juicio por la represión que dejó cientos de heridos y cinco muertos y marcó el fin del gobierno del que formaba parte y que dejó cinco muertos y cientos de heridos en las calles del centro porteño. El “Vikingo”, como se conoce al ex jefe de gabinete de la Alianza, un hombre de gran porte y barba abundante, llegó ayer a los tribunales de Comodoro Py cerca de las cuatro de la tarde, con más de una hora de retraso. Pedido por las defensas del ex secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y del ex jefe de la policía Federal Rubén Santos, Colombo fue citado por el Tribunal Oral Federal 6 para declarar como testigo en el juicio que además tiene como imputados a quince ex policías de la Federal.
Las preguntas vinieron de todas las partes. A las de los defensores de Santos y de Mathov, se sumaron las de otros defensores, las de la fiscalía y las de las querellas encabezadas por el abogado Rodrigo Borda, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),y Rodolfo Yanzón. Ofuscado a veces por la insistencia, contó que la noticia de que el presidente dormía lo obligó a esperar hasta las ocho de la mañana para encontrarse con él. En esa reunión le encargó que siguiera con las negociaciones para “lograr un acuerdo con la oposición, los gobernadores y nuestro partido que nos permitiera aprobar el presupuesto”.
Consultado sobre los funcionarios y políticos que habían estado en la reunión en el hotel Elevage apeló a las dificultades que el paso del tiempo le impone a la memoria; pero fue taxativo respecto a Enrique Mathov: el secretario de Seguridad no había sido de la partida. Mathov actuaba en la órbita del ministerio del Interior, que según Colombo intervenía a través de un “instituto de coordinación”. Pero pese a las preguntas, no pudo dar cuenta de quiénes ordenaron y cómo se informaron los funcionarios sobre la sangrienta represión que les arrebató la vida a Alberto Márquez, Gastón Riva, Carlos Almirón, Ariel Benedetto y Diego Lamagna.
La otra reunión
La reunión en el Elevage comenzó a eso de las ocho de la noche y duró hasta las primeras horas de la madrugada. “A esa hora, según él mismo lo declaró, Mathov estaba reunido con los jefes de las fuerzas de seguridad federales –la policía Federal, la Gendarmería y Prefectura–“, dijo Borda a Infojus Noticias . “Claramente, entre su funciones no estaba la negociación política, era otra: estaba en el nivel operativo, en cómo se gestó y coordinó la represión”, agregó.
Las preguntas para Colombo, entonces volvieron a la arena política. Negociaciones, marchas y contramarchas de un gobierno, que según el propio Colombo, estaba en manos de un presidente que demostró “ineptitud para cambiar al rumbo, para seguir adelante”. El ex funcionario recordó que después que De la Rúa dejara la Casa Rosada en helicóptero, a las 19.52, él se quedó allí hasta la medianoche. “Debo haber sido el último que se fue”, confesó con desazón.
Las preguntas entonces viraron hacia la calle. Alguien le preguntó a Colombo si los manifestantes que se reunían en el centro porteño, los que se veían ir y venir y que intentaban llegar a la Plaza de Mayo, participaron de un complot para destituir al gobierno. “No tengo ningún indicio objetivo para decir que alguien hubiera organizado una conspiración o un complot, sino lo hubiera denunciado”, acotó. En mayo de 2002, en la denominada causa “complot” –iniciada a instancias de un correligionario suyo en el radicalismo– había hecho llegar un escrito en los mismos términos.
- ¿El presidente de la nación estaba al tanto de la gravedad de los hechos?, preguntó uno de los abogados de la defensa, al promediar la audiencia.
- Tenía la información que le acercaban de la SIDE, del ministerio del Interior. Sí, estaba al tanto.
Una cena con el Presidente
Más tarde, cuando los pasillos de Comodoro Py estaban prácticamente vacíos, entró a la sala el actual ministro de cultura del gobierno porteño, Hernán Lombardi. En el gobierno de la Alianza había ocupado el ministerio de Turismo y fue convocado porque la noche del 19 de diciembre, mientras los manifestantes se reunían frente a la residencia de Olivos, cenó con el presidente. Después describió caos, que era de madrugada y los manifestantes seguían en la puerta de la casa. No pudo recordar si De la Rúa dormía, o estaba en vela; solo dijo que no vio allí a Colombo. A ambos les quedaban pocas horas como ministros de un gobierno que había llevado a las calles el pedido de “que se vayan todos”.
Desde que empezó el debate en febrero hasta ahora, los jueces José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín han escuchado a pocos testigos referirse a los dimes y diretes en los pasillos del poder estatal. De la Rúa no llegó como imputado a este juicio, pero su situación judicial por estos hechos está en manos de la Corte nacional que debe resolver si el ex presidente será definitivamente sobreseído o deberá enfrentar otro juicio por estos hechos. En la sala SUM de los tribunales de Comodoro Py las audiencias de este juicio –en el que está previsto que se conozca la sentencia este año-se realizan los días miércoles y viernes, a partir de las 9.
MB/LC
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