Infojus: "No me voy, me quedo para formar juristas del campo popular”

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"No me voy, me quedo para formar juristas del campo popular”

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2014-12-16 | Por: Pablo Waisberg | Fecha de captura:: 2016-01-23 09:00

Lo dijo anoche Eugenio Raúl Zaffaroni en el homenaje que se le hizo en la Universidad Nacional de San Martín. El juez, que deja el cargo en la Corte a partir del 31 de diciembre, descartó eventuales candidaturas a cargos legislativos o ejecutivos. Estuvo acompañado, entre otras personalidades, por Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y Víctor Hugo Morales. Cantaron Liliana Herrero, Ignacio Guido Montoya Carlotto y Peteco Carabajal.

“No me voy. Me quedo para formar juristas del campo popular”, dijo el ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Raúl Zaffaroni sobre el final del discurso. Esa frase era casi el cierre pero era una forma de volver al comienzo, de darle una vuelta más a esa duda que le planteó Liliana Herrero ni bien subió al escenario y le dijo –le habló a él como si estuvieran sólos- que no sabía si eso era un festejo u otra cosa. Zaffaroni estaba contento por los abrazos recibidos y también por la nueva etapa que le espera. “Compañeros, me gusta decirles así después de once años, que el derecho es el único instrumento para luchar contra la desigualdad”, dijo antes de cerrar el discurso y escuchar los aplausos en la sede de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). En esas dos frases sintetizaba su futuro más cercano: repensar el derecho, formar cuadros técnicos y políticos y “dar confianza en el derecho y las instituciones”. 

Abajo del escenario lo miraban unas mil personas. En las primeras filas estaban el vicepresidente Amado Boudou; el secretario de Justicia Julián Álvarez; el subsecretario de Política Criminal Juan Martín Mena; las diputadas Diana Conti y Adela Segarra; las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto y de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; el juez español Baltazar Garzón. También el secretario de la CTA, Hugo Yaski, el diputado Leonardo Grosso, el secretario de Agricultura Familiar, Emilio Pérsico, y el subsecretario del área, Ramiro Fresneda, que llegó acompañado de campesinos de Santiago del Estero.

“El derecho debe ser repensado para ser la herramienta de construcción de una sociedad más igualitaria. Para eso hay que formar a nuestros pibes y dejar de importar doctrina como si eso no estuviera cruzado por la política. De nuestros barrios precarios quiero que surjan los nuevos juristas populares del futuro”, desafió Zaffaroni, vestido con camisa negra, pantalones cargo color verde oscuro y las zapatillas de running que usa para ir a la Corte Suprema de Justicia.

En enero, Zaffaroni cumplirá 75 años. Hace dos meses presentó la renuncia a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y anunció que se dedicará a la docencia. La decisión generó cierta sorpresa y algunas especulaciones sobre su posible candidatura pero hoy reafirmó que no será candidato en las próximas elecciones. “No lo voy a ser por las mismas razones por las que no hice el más mínimo esfuerzo para quedarme en la Corte. La razón es simple: las funciones públicas son una herramienta y ya la Corte no era una herramienta”, subrayó.

La fiesta  había comenzado poco después de las seis de la tarde. No fue en ese salón con forma de domo, ubicado en un costado del campus universitario, fue en otro salón más pequeño donde se hizo una suerte de brindis de apertura. Allí se reunieron funcionarios, legisladores, docentes de la universidad y varios militantes políticos que esperaron a Zaffaroni antes de ir todos juntos hasta el salón donde se hizo el acto.

“Hay que aplaudir ¿no?”, le susurró la diputada Diana Conti a Adela Segarra ni bien Zaffaroni ingresó a ese salón pequeño y casi que no esperó respuesta y empujó el aplauso. Unos pasos más atrás llegó Hebe de Bonafini y se llevó más palmas. 

Un rato después, estaban todos escuchando al rector de la Unsam, Carlos Ruta. “Gracias por haber elegido no ser el garante de los privilegios de los poderosos. Gracias por haber elegido ser el garante de los derechos de argentinos y argentinas y, sobre todo, de los desprotegidos”, dijo Ruta al abrir el acto, en el salón con forma de domo colmado de gente.En la primera fila, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, aplaudió con ganas. Poco después se fue. Tenía otras actividades políticas y no quería faltar a ninguna.

El acto siguió con un pequeño documental que recogía el momento en que el entonces presidente Néstor Kirchner lo postuló como ministro de la Corte, su definición ante los legisladores como garantista y algunos fragmentos de su carta de renuncia. “La idea de la vitalicidad de los funcionarios de la Constitución, si bien excepcional, siempre es más adecuada a los sistemas monárquicos y, por ende, menos compatible con los principios republicanos”, leyó el actor Arturo Bonín en la pantalla gigante al recoger uno de los tramos del texto que Zaffaroni envió el 31 de octubre pasado.

Al video siguió un show de Metabombo, el grupo que encabeza Camilo Carabajal, y luego otro video que rescataba la vida cotidiana del juez. 

El acto fue conducido por Mariana Moyano y Víctor Hugo Morales. “También se le agradece a Zaffaroni la valentía y la incomodidad. Uno se puede quedar en el conservadurismo natural de la Corte, pero lo maravilloso de Zaffaroni es que bajó al llano para llevarnos de la mano”, dijo el periodista uruguayo antes de presentar a Liliana Herrero, que subió al escenario acompañada por un guitarrista. Ahí fue cuando Herrero dijo que no sabía bien como definir el momento: “No sé si es un festejo”. “¿Dónde estás Zaffaroni?”, preguntó porque las luces ya se habían apagado y no lo veía.

Cuando lo ubicó, lo miró y le habló sólo a él. “Te vas cuando debes irte y eso no es poco en este país”, le dijo. Hizo un silencio y cantó “Canción del remanso”, de Jorge Fandermole. 

Terminó y volvió a hablarle sólo a Zaffaroni: “Hay un tema de Fernando Cabrera, un montevideano, que se llama ‘El tiempo está después’. Y vos sos eso”. Así abrió el espacio para que subiera al escenario Ignacio Guido Montoya Carlotto para interpretar juntos una aguerrida versión de “No soy un extraño”, de Charly García. Hubo un aplauso largo y llegó otro video con personalidades de la política y la justicia que agradecieron la tarea de Zaffaroni. 

Los agradecimientos y reconocimientos siguieron en boca de Estela Carlotto, que había llegado con la fiesta ya empezada. “Es una emoción enorme festejar a un hombre recto, decente, amigo, colaborador”, dijo Estela, sentada en la primera fila. Y agregó: “Cumpliendo con la ley se retira en tiempo y forma. No está atado a un sillón sino comprometido con la historia”. También lo saludó Hebe de Bonafini:  ”Cada momento de felicidad y de festejo me trae el recuerdo de nuestros hijos, que hicieron tanto por esta democracia. Y Zaffaroni nos demostró que la Justicia puede ser revolucionaria”.

Después fue el turno de Peteco Carabajal, que cerró su participación en el homenaje a Zaffaroni. “Somos lo que admiramos. Y los que tenemos un hambre permanente de justicia admiramos a Zaffaroni. Esta noche somos todos él”, dijo Víctor Hugo, antes de presentarlo. El juez subió al escenario y le regalaron una obra de la artista plástica Teresa Fernández Mouján: una réplica del escudo familiar que tenían los Zaffaroni en el norte de Italia.

“Estoy anonadado. La organización de este acto no me parece muy cuerda, pero yo tampoco soy muy cuerdo. Gracias a los más pibes por venir”, atinó a decir Zaffaroni al improvisar el inicio de su discurso y después dijo que tenía un poco de miedo por tantos halagos. Su temor, dijo, es comerse el personaje: “Los seres humanos suelen perderse en los halagos. Cuando me pierdo pienso en cuando me tomaba el 124 en Plaza Irlanda para ir a la Facultad de Derecho y llegaba a ese edificio neoclásico que en esa época estaba lleno de gorilas”.

El remate gatilló un aplauso. Era un territorio propicio para la frase pero no dio mucho tiempo a los nuevos halagos y siguió. “Más que los halagos, lo que me marca el camino son las agresiones. Nunca me preparé para ser juez de la Corte Suprema. No hice carrera pensando en eso. Pero al ver de dónde venían las agresiones pensé que sí, que tenía que ser ministro de la Corte”, explicó. 

Incluyó las fotos de su cumpleaños que se publicaron en Clarín. “El próximo año no lo voy a hacer porque se me mete el señor Magnetto adentro y me saca fotos escandalosas donde hay gente bailando. Supongo que en el cumpleaños de mister Burns tejen crochet”, ironizó.

Sobre el final de su discurso, ante militantes del Movimiento Evita, la Organización Barrial Tupac Amaru, Nuevo Encuentro y activistas del derecho integrantes de asociaciones como Justicia Legítima y Abogados por la Justicia Social, “Raúl” -como lo llaman en su entorno-, lanzó un desafio: “espero que dentro de unos años esta fiesta sirva para festejar a miles de juristas del campo popular que le hayan dado a nuestro pueblo una nueva fe y confianza en el Derecho”.


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