Infojus: “En el negocio de la falsificación de billetes no hay millonarios”

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“En el negocio de la falsificación de billetes no hay millonarios”

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2014-10-26 | Por: Natalia Biazzini | Fecha de captura:: 2016-01-22 11:31

El jefe de sección Falsificación de Moneda de la Policía Federal, Edgardo Álvarez, conversó con Infojus Noticias sobre el universo y los mitos de la falsificación de billetes, y dio detalles de la metología de las bandas.

Cuando en un barrio preguntan dónde hay un prostíbulo, siempre hay alguien que lo sabe. O dónde se vende droga o en qué negocio hay venta de repuestos robados. Pero si uno pregunta quién fabrica billetes falsos, nadie dice nada. “No es que el delito esté invisibilizado, pero tiene otra dinámica”, dijo a Infojus Noticias , Edgardo Álvarez, jefe de sección Falsificación de Moneda de la Policía Federal, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación.

En 2006 la Policía desbarató la banda más grande de falsificadores de dólares en Argentina. Tras siete meses de investigación, en una imprenta clandestina de Chacarita se incautaron planchas de dólares impresos, que equivaldrían a dos millones y había unos 500 mil billetes ya cortados.

La estructura de una banda de falsificadores se divide en tres eslabones. El líder, en general, es el que tiene el rol de imprentero o de artesano. Se ocupa de diseñar e imprimir los billetes. Para ellos su trabajo es una obra de arte. Sobre el cabecilla de la banda de Chacarita, los investigadores contaron que se trataba de una persona de nacionalidad chilena y que tenía 55 años. “El hombre se tomaba el trabajo de hacer varias pasadas para matarle el brillo al papel. No repetía los números de series y tenía casi 64 combinaciones distintas”.

En la segunda línea están los distribuidores, que se dedican a entregarle el dinero falso a los pasadores, que son los encargados de ubicar los billetes en el mercado.  En Chacarita se descubrióla maniobra porque las pasadoras fueron dos veces – con una diferencia de quince días- al mismo comercio. Después de la primera vez, la vendedora hizo la denuncia al 911 y la Policía Federal a través de un juzgado de instrucción inició la causa.

Álvarez todavía se ríe cuando recuerda a dos pasadoras que querían ubicar como fuera su dinero falso.  “No les importaba qué compraban sino hacerse del vuelto. Y compraron seis kilos de café en grano. Después se desesperaban yendo a restaurantes y supermercados para ubicar esa mercadería”.

Cómo se falsifica

Los billetes tienen valor nominal y real. Álvarez asegura que no hay billetes falsos menores de cien pesos, porque cada uno lo están vendiendo a 20, 30 pesos. El costo tiene que ver con las medidas de seguridad. Cada dólar de cien sale unos 300 pesos, hay de 150 pero son de mala calidad.

Álvarez asegura que hoy hay más cantidad que calidad, pero que en 2010 era al revés. Sucede que por los costos de los insumos, hoy los falsificadores privilegian la cantidad.

Las máquinas para falsificar son las mismas que se usan para hacer tarjetas de crédito pero les modifican la temperatura y las arman los mismos falsificadores.

Los allanamientos

Cuando más se trafica billetes es en los momentos que los comerciantes tienen más trabajo: Día de la Madre, las fiestas y vacaciones. “Entre tanta vorágine, el vendedor no mira los billetes y en esos momentos los pasadores están en su apogeo. En las fiestas provinciales también se abusan y por ahí los comerciantes no está tan acostumbrados al manejo de dólares”, dijo Álvarez.

Los dólares tienen una serie de números en el billete (cuadrante, placa, atrás, codificación particular). Cuando la Federal encuentra un billete falso le pasa todos los datos por correo electrónico a la oficina de Miami del Servicio Secreto. Ellos analizan la información y dicen en qué imprenta fue falsificada y si fue desarticulada la banda que producía esos billetes. “Si las imprentas están fueras del país, al juzgado se le excede la jurisdicción y tienen que buscar solamente a las segundas y terceras líneas”, explica Álvarez.

En una recorrida por los juzgados federales de Comodoro Py, fuentes judiciales aseguraron a Infojus Noticias que por año hay tres o cuatro allanamientos grandes, que incluyen un promedio de treinta detenidos. “Este delito no tiene nada de infraganti. Cada investigación tarda un mínimo de cinco meses”, agregó Álvarez. La Policía Federal tiene diez causas en todo el país y la pena actual por este delito va de 8 a 15 años.

Con la orden del juez, los billetes falsos se envían a la división de Scopometría de Policía Científica, que es la disciplina que -a través de procedimientos basados en la observación y la medición- se ocupa de comparar cosas con fines de identificación. Los billetes apócrifos se archivan y cuando termina la causa judicial se destruyen.

Los bancos no entregan billetes falsos. “Tienen un tramado tecnológico para no entregar billetes falsos, no sólo con cámaras. Si se comprobara que pagan con moneda apócrifa, pierden la licencia para pagar a los jubilados”, dice Álvarez.

-¿De todos los que participan en el negocio quién de la línea hace más plata?

  • Ninguno- dice Álvarez-. Ninguno por el estilo de vida de los tipos, que se la gastan fácil. Ninguno hace fortunas, es todo un mito. A los imprenteros le suelen pagar con autos viejos. En este negocio no hay millonarios.

Los reyes de la falsificación

Años atrás, Colombia era uno de losmejores países del mundo para falsificar billetes. Álvarez explicó que lavaban billetes de un dólar -por eso, ahora en Estados Unidos diseñan otro tipo de dólar-, y le sacaban toda la impresión salvo los escudos. Sobre ese papel imprimían un billete de cien. Es decir, tenían un billete de soporte de curso legal pero la impresión era falsa.

Desde hace un tiempo, Colombia empezó a tener apoyo de EEUU y se empezaron a desarmar estas bandas. Ya no era tanto negocio la falsificación en la tierra del café y bajaron a Perú, que ahora es el país número uno en falsificación billetes y de monedas de todas partes del mundo. Incluso en la periferia de Lima hay barrios enteros dedicados a este delito.

Las capacitaciones de la Federal

Con la masividad de las computadoras e impresoras hogareñas, en la década del ´90 la Policía Federal creó la sección que investiga y persigue falsificadores. “El objetivo era perseguir a las imprentas productoras de billetes falsos, no a los pasadores”, dice Álvarez.

Dos de los billetes de cien dólares hechos por el falsificador chileno, la policía se guardó dos que se usan en las capacitaciones.

En los procedimientos se maneja un con un protocolo de actuación, diseñado por el Ministerio de Seguridad. La Federal articula con el Servicio Secreto de Estados Unidos, cuya prioridad es cuidar al presidente norteamericano y al dólar.

Los integrantes de la Federal también participan en capacitaciones internacionales por el dólar y el euro, que están a cargo de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y de la Oficina Europea de Policía (Europol).

En la sección hay once personas, ninguno es perito. “Todo lo que uno aprendió lo aprendió del trabajo”, dice Álvarez, que está desde 1996 en Investigaciones y desde 2002 en la sección. Anualmente, se hacen varias capacitaciones para las policías provinciales y federales. También para todo aquel que lo pida, como juzgados.

Cuando los falsificadores caen presos, se encuentran en el mismo pabellón. “Los de guante blanco se juntan y hacen academias adentro. Es una perfección que hacen los tipos”, agregó Álvarez.

**Cualquier entidad que quiera tomar un curso sobre falsificación puede comunicarse al (011) 4370-5904.


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