Infojus: “Trabajamos para la desocupación del predio, no para el desalojo”
Esta nota, publicada originalmente por el portal Infojus Noticias, fue recuperada y puesta a disposición del público, luego dejar de estar disponible en su fuente original.
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“Trabajamos para la desocupación del predio, no para el desalojo”
| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2014-09-02 | Por: María Florencia Alcaraz | Fecha de captura:: 2016-02-02 05:03
La jueza Elena Liberatori venía coordinando con referentes del barrio Papa Francisco, autoridades porteñas y legisladores la desocupación pacífica del lugar. El viernes firmó un dictamen que le otorga 15 días a la administración macrista para estimar el costo de la urbanización, que está estipulada por una ley de 2005. “Un desalojo es patear el nido”, dice.
En su despacho de la calle Avenida de Mayo, la jueza porteña Elena Liberatori trabaja rodeada de los cuerpos de las distintas causas que tiene a cargo. Están prolijamente desparramadas por todos lados: sobre la mesa, el escritorio y arriba de algunas sillas. Plantas, una amplia biblioteca y muchos cuadros completan el paisaje enmarcado por un luminoso ventanal. Entre los expedientes del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 está la situación de los Centros de Atención Primaria (CESAC), la basura en el “Elefante blanco” de Ciudad Oculta y, también, la causa por el incumplimiento del gobierno porteño de la ley de urbanización y saneamiento de la Villa 20 en Lugano. Entre las fojas del legajo, que tiene 16 cuerpos, está la cuestión de fondo sobre el predio de 15 hectáreas, conocido como barrio Papa Francisco.
En la oficina de Liberatori funciona la secretaría ad hoc, la mal denominada “secretaría villera”. Se trata de la unidad especial que concentra todos los tema de los “barrios vulnerados” de la Ciudad. En el equipo interdisciplinario que dirige Marta Lado todos prefieren decirle barrios, no villas. Ninguno de ellos esperaba recibir la noticia del desalojo del 23 de agosto pasado. “Me tomó por sorpresa”, dijo la jueza a Infojus Noticias.** Los cimientos del trabajo realizado desde la conformación del comité de crisis, que Liberatori coordinó, temblaron como en un sismo. “’Des’ o ‘des’: tu elijes. Desalojo, que no queremos, o desocupación”, le decía la jueza a los vecinos y referentes del barrio. “Se hizo un censo; el gobierno hizo un anteproyecto y estaba el compromiso de la Facultad de Arquitectura de la UBA para darle forma. Estuvimos muy cerca pero ya está. Ahora hay que retomar”, se lamenta la magistrada. Y ese “retomar” se tradujo rápido en resoluciones judiciales.
El viernes a última hora Liberatori firmó el dictamen que le dio 15 días a la gestión de Mauricio Macri para estimar el costo de ejecución del anteproyecto de urbanización de la Villa 20, en avenida Fernández de la Cruz y Pola, y para reasignar las partidas presupuestarias necesarias para comenzar este año. Las obras deberán estar terminadas en 15 meses: antes del 10 de diciembre de 2015. Desde 2005 una ley votada por la Legislatura porteña, la 1.770, ordenó la urbanización del predio. “Acá hay una especie de confusión. No es que yo dispuse urbanizar. Hay una ley hace diez años que lo dispuso. Yo pedí que se cumpla”, aclara.
-La vicejefa María Eugenia Vidal dijo que la urbanización es imposible.
-Es relativo. ¿Imposibilidad en qué sentido? Si uno piensa en las técnicas constructivas modernas hay un plazo más que suficiente. Y si la imposibilidad fuera objetiva lo que habría que decirles a los funcionarios es por qué no cambiaron la ley. El problema habitacional no es nuevo. El otro día encontré este libro en mi biblioteca: “Los hundidos. Evaluación de la población marginal”, de José Luis De Imaz. En el Censo de 1970 ya existía la Villa 20. Hubo tiempo para advertir las imposibilidades. Lo que veo que realmente es imposible es crear la vocación en el otro o la voluntad política. Ahí reconozco que hay una gran imposibilidad.
-Uno de los argumentos del gobierno porteño es que hay “un tema de caja”. Dicen que aún con presupuesto libre a disposición sería prácticamente imposible.
-Hay muchas posiciones en contra de urbanizar. Yo busco en los foros las opiniones de la gente y me encuentro con muchas opiniones en contra, dejando de lado los prejuicios. Sería bueno que la sociedad acompañe. Si hay que urbanizar las villas puede crearse un impuesto para eso. No es la primera vez que se agrega un impuesto. Por ejemplo, yo he pagado una estación nueva de subte porque entraba en mi jurisdicción. Quienes se oponen tienen que ver que urbanizar es, en parte, una medida de seguridad.
-Ustedes venían trabajando en la desocupación del predio ¿Qué falló para que se desaloje como se hizo?
-La toma ocurrió en febrero y hubo un trabajo conjunto de dos juezas (NdelR: se refiere a ella y a su colega María Gabriela López Iñiguez). Una con un modo de trabajo distinto a la otra. La parte nuestra correspondía al saneamiento. El año pasado trabajamos en la desocupación del predio. A las familias las fuimos ubicando en diferentes audiencias que se hicieron. Quisimos poner en pie la ley 1770 para poner en claro que vamos por la urbanización. La verdad es que perdimos seis meses. Podríamos haber trabajo en la desocupación si había más pilas.Teníamos pensada para septiembre una audiencia pública. Hay que dejar en claro que en la toma hubo gente que desocupó. Acá venía gente a decirme que había comprado terrenos y yo les decía: “¡No compren humo!” Necesitábamos que se desocupe ese predio para urbanizar. Acá, el 5 de marzo estábamos todos de acuerdo en que no queríamos el desalojo. Un desalojo es patear el nido.
-¿Qué pasa con las personas que resisten a la toma en la periferia?
-Eso le corresponde a la otra jueza. Yo no comparto la posición de no querer irse porque ninguna de las soluciones que les está dando el Estado les satisface. No tiene que haber motivo alguno para que no se desocupe el predio. No corresponde ir con reclamos como la instalación de baños químicos. Si es un predio sobre el cual hay que abrir calles, descontaminar y ponerse a construir vivienda. Esa postura recalcitrante es inadecuada, inapropiada.
-¿Cómo sigue el trabajo desde la secretaría ad hoc?
-En esta secretaría dejo la toga de lado porque los problemas son online: los problemas de electricidad son ahora, las ratas son ahora, el tema de salud está ocurriendo ahora. Cuando necesito la resolver, voy al perchero y me pongo la toga. La Justicia es un foquito de luz en un escenario totalmente negro. Es una secretaría atípica. Tiene que trabajar conjuntamente con la gestión de gobierno, articulando entre los sectores que piden y las áreas prestacionales del gobierno. Tiene varios temas y todos a la vez. Ahora lo que viene es el tema de las elecciones. Trabajamos muy horizontal porque estamos repartidos en las temáticas. Es difícil trabajar. Se rompen todos los niveles de omnipotencia porque uno quisiera soluciones prontas, adecuadas y no las hay. Ni siquiera de nuestra parte.
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