Infojus: Juicio La Perla: "Estoy vivo de milagro"

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Juicio La Perla: "Estoy vivo de milagro"

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2014-06-12 | Por: Infojus Noticias | Fecha de captura:: 2016-01-14 10:49

Dos sobrevivientes, Clara Reyna y Daniel Dreyer, contaron al Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) los detalles y cicatrices de su paso por algunos de los centros clandestinos de detención que funcionaron en Córdoba.

Clara Reyna y Daniel Dreyer recordaron ayer los días de tortura y detención ilegal que vivieron en el centro clandestino Campo de la Ribera, en Córdoba. Lo hicieron ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) en la megacausa La Perla, que acumula 21 expedientes con los casos de 696 víctimas que pasaron por ese centro, el Departamento de Informaciones de la Policía (D2 en sus sucesivas sedes), Casa de Hidráulica y Puesto Caminero de la localidad de Pilar, y La Ribera. Clara Reyna recordó su paso por este sitio -estuvo del 20 de julio al 13 de agosto de 1976- y el secuestro de su hermano, que continúa desaparecido, Francisco Irineo Reyna. “Me interrogaban sobre él, lo único que me importaba era mi hija. Y tenía un mecanismo de protección que era cantando. No paraba de cantar y era como para no aceptar lo que me estaba pasando”, dijo ante al tribunal.

En aquel momento, Clara Reyna se dedicaba a la confección de pelucas. Mientras la golpeaban, los represores la acusaban de fabricarlas para los militantes de las organizaciones armadas. “¡A mí cada peluca me llevaba más de una semana, mire si iba a fabricar tantas!”, dijo, casi ofendida. Francisco Irineo, el menor de los hermanos Reyna, hacía el Servicio Militar cuando lo fueron a buscar. El 3 de septiembre de 1975 allanaron la casa de sus padres. Francisco no estaba y se llevaron al mayor de los hermanos. “Él sí era muy seguidor de las ideas de Tosco”, contó Clara. En el Departamento de Inteligencia le dijeron que no se trataba de policías, sino de “fachos”: “Si decís las cosas te van a tocar años en cárcel. Si no decís, te hacemos boleta”, le advirtieron al joven, que finalmente salió por gestiones de la familia.

Después volvieron por Francisco. Estaba en los cuarteles del III Cuerpo y había llamado a su casa para avisar que lo habían castigado con diez días de arresto. El 5 de septiembre de 1975 le dieron franco y, según testigos que vieron todo desde una panadería, al llegar a su casa fue interceptado por un grupo armado que viajaba en un auto blanco. La familia no volvió a saber de él.

En el juicio Clara presentó la carta que el ex general Luciano Benjamín Menéndez hizo llegar a su familia, donde no descartaba que el joven “hubiere sido secuestrado por bandas subversivas para obtener información de la dependencia militar donde se encontraba cumpliendo el servicio”. Este juicio comenzó el 4 de diciembre de 2012 y acumula 25 causas con 52 imputados, entre ellos el ex titular de Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez.

Por su parte, Daniel Dreyer recordó que fue secuestrado en octubre de 1977 y dio detalles de su paso por la Jefatura de la policía de Bell Ville, la comisaría de Villa María y finalmente el Campo de la Ribera. Los secuestradores “se presentaron como miembros del Servicio de Inteligencia con una orden del Tercer Cuerpo”, relató Dreyer al contar cómo irrumpió el grupo de tareas en su domicilio. Se lo llevaron a él y diarios, libros y revistas que consideraron “material subversivo”. “Estoy vivo de milagro”, manifestó el sobreviviente al referirse a las situaciones que tuvo que padecer en los campos de concentración de la última dictadura cívico y militar con las “eternas sesiones de torturas” a que sometían a los cautivos. Antes de pasar a cuarto intermedio hasta el martes de la próxima semana, el tribunal y las partes escucharon los testimonios de Susana Barco y de Bernardo Bártoli, también sobrevivientes. 


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