Infojus: Prisión preventiva a un expolicía acusado por el robo de Clara Anahí
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Prisión preventiva a un expolicía acusado por el robo de Clara Anahí
| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2013-09-12 | Por: Sebastián Ortega | Fecha de captura:: 2016-01-25 11:24
Néstor Buzzato está procesado por participar de la sustracción de la beba de dos meses y por la muerte de cuatro militantes, entre ellos la madre de la nena, en el operativo de la casa de la calle 30, en noviembre de 1976.
El juez federal de La Plata Manuel Humberto Blanco procesó con prisión preventiva a Néstor Ramón Buzzato, uno de los policías bonaerenses que el 24 de noviembre de 1976 atacó -junto con el Ejército y la Armada- la casa platense de la calle 30, donde funcionaba una imprenta clandestina de Montoneros. Cuatro personas fueron asesinadas en el operativo, en el que fue secuestrada la beba Clara Anahí, nieta de una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, Chicha Mariani.
Durante el juicio por los crímenes cometidos en el Circuito Camps, Miguel Osvaldo Etchecolatz -director general de Investigaciones de la Policía Bonaerense entre 1976 y 1979- dijo que Clara Anahí Mariani, la nieta que Chicha todavía busca, había sido asesinada en el ataque a la casa de calle 30. “Sabiendo la perversidad que lleva adentro Etchecolatz no le creo (…) Es otra puñalada que me piensa asestar en el corazón”, dijo María Isabel Chicha Chorobik de Mariani mientras transcurría el juicio, en 2011.
El 24 de noviembre de 1976 un grupo conformado por agentes de la Policía bonaerense, el Ejército y la Armada rodearon la casa y se subieron a los techos vecinos. Detrás de la fachada de un emprendimiento que comercializaba conejos en escabeche, funcionaba una imprenta montonera. En la casa vivían Daniel Mariani, de 28 años (que en ese momento estaba en Buenos Aires); Diana Teruggi, de 26, y la hija de ambos: Clara Anahí, de dos meses.
Aquel día Néstor Buzzato se subió a uno de los techos de las casas linderas, junto con el general Ramón Camps, Etchecolatz y otros agentes. Diana y tres compañeros que estaban allí resistieron los tiros durante seis horas. Las fuerzas conjuntas dispararon con municiones gruesas de mortero o tanque, según revelaron las pericias balísticas. Buzzato y otros dos policías resultaron heridos. Según contó Chicha Mariani en el juicio “Camps le ordenó a (Juan) Fiorillo que pusiera a la nena en el auto”.
Por su participación en el operativo, Buzzato recibió el 22 de diciembre de 1976 la “Medalla de herido en servicio” y la condecoración “Orden San Miguel Arcángel”. El expolicía estuvo prófugo durante más de un año hasta el 15 de agosto pasado, cuando la Prefectura lo detuvo en Gualeguay, Entre Ríos. Esta semana el juez Humberto Blanco lo procesó por el asesinato de los cuatro militantes montoneros y la “sustracción, retención y ocultamiento” de Clara Anahí.
“Lo que alega Buzzato es que estuvo en el lugar pero que se fue temprano, porque estaba herido”, contó a Infojus Noticias el fiscal Hernán Schapiro. Sobre el destino de Clara Anahí, el fiscal sostiene la hipótesis de que salió viva de la casa. “Eso es seguro. Después no sabemos qué pasó”.
Desde el ataque a la casa de la calle 30 Chicha Mariani comenzó un largo recorrido en la búsqueda de su nieta. “Me mandaban de un sitio a otro, comisarías, cuarteles… Y creía que no la encontraba porque la buscaba mal, ni soñaba que se quedaban con los chicos, que no querían entregarlos”, contó la mujer en una entrevista. Ella iba sola a todas partes: despachos de funcionarios, comisarías, iglesias.
En agosto de 1977, diez días después de enterarse de la desaparición de su hijo Daniel, recibió un mensaje: un policía de la patota le ofreció “venderle” a su nieta. “Entablé los contactos y comencé a dar los pasos para irme con ella afuera del país”, contó. La venta no se concretó y Chicha siguió buscando. Al poco tiempo, doce mujeres fundaron Abuelas de Plaza de Mayo. Clara Anahí, al igual que los restos de sus padres, sigue desaparecida y es una de los 400 bebés y niños robados por el terrorismo de Estado que aún vive con su identidad falseada.
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