Infojus: La cueva de La Doce, ¿tiene conexiones con la reventa de entradas?
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La cueva de La Doce, ¿tiene conexiones con la reventa de entradas?
| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2013-08-30 | Por: Laureano Barrera | Fecha de captura:: 2016-01-13 05:29
Allanaron una ‘cueva’ donde un sector de la barra de Boca cambiaba dólares. En el mismo edificio, una oficina de turismo ofrece tours para extranjeros a la cancha xeneize, un mecanismo de reventa de entradas mellizas que está bajo la lupa de la justicia.
Tal vez no sospechaba, Guillermo Moreno, cuando acompañó en varios allanamientos de financieras del microcentro porteño para frenar la escalada del dólar paralelo, que iba a terminar destapando un nuevo negocio de la barrabrava de Boca, que parecen estar en plena diversificación empresarial. Una serie de allanamientos conjuntos de la Secretaría de Comercio Interior y la Comisión Nacional de Valores (CNV), llevados adelante por la policía federal, dejaron ayer y anteayer al menos dos cuevas clausuradas: una en Corrientes al 500 y la otra en Florida 259, entre Sarmiento y Perón, conocida por los hombres de la City como “La cueva de la Doce”.
Hay cuatro cuadras calientes de cambio de moneda en la calle Florida, entre Diagonal Norte y Corrientes. Un centenar de arbolitos ofrecen el dólar blue, al grito de “cambio, cambio”. Unos treinta del total –que ganan 350 pesos diarios-, estaban bajo la tutela de la barra de Boca y trabajaban para las tres oficinas del segundo piso de la galería comercial de Florida 259. Casi ninguno de los cambistas eran barrabravas, sino mujeres bonitas, señoras de casa, adolescentes y hombres de traje contratados para tranzar los verdes. “Son operativos frecuentes que hace la CNV para detectar venta ilegal de moneda”, dijeron desde el organismo que conduce Alejandro Vanoli a Infojus Noticias. “Ahora hay que analizar la documentación y ver si se configura algún delito”, completaron.
Una de las versiones es que el lugar fue denunciado por una interna –otra más- en la barra de Boca. Desde que la Justicia pisa los talones de la cúpula de la barra, algunos negocios se han truncado o se han visto a buscar nuevos interlocutores: la División Eventos Deportivos, por ejemplo, fue disuelta hace poco después de que la Justicia descubriera quién pasó mal la información que permitió que el 21 de julio se enfrentaran a los tiros con la facción disidente por el control de la barra. Eso obliga a reconfigurar el mapa de contactos –por ejemplo, con la federal- y supone nuevos gastos. Entonces, una parte de barra llegó para ocupar el negocio jugoso de la venta de dólares. Hubo algunas corridas, desplazamientos, y un cambio de “jefe”. Algunas versiones indican que la facción desplazada los habría denunciado.
Según el Cronista Comercial, uno de los que movían los hilos en la financiera era Hugo, alias El Poronga. El abogado de los dueños salió a hablar con la prensa: se trata de Mariano Lizardo, abogado además de Maximiliano Levy, a quién fuentes de la megainvestigación judicial que lleva adelante el juez Manuel De Campos habían calificado como “el tesorero de La Doce”.
“Dentro de la estructura de la oficina, puede haber ‘arbolitos’ que pertenezcan a la barra brava de Boca, pero también a la de Vélez o San Telmo”, señaló el abogado. Y aclaró que “a los dueños de la financiera lo que menos les interesa es el fútbol, o el tema de la barra”.
Pero hay otro dato que llamó la atención de la justicia. En el mismo edificio de la financiera –que fue clausurada- funciona una agencia de turismo, en una oficina discreta, que organizaba tours a extranjeros para ver los partidos de Boca. “Seguramente es la misma gente, o tienen contactos”, especula un investigador de las quince causas que indagan sobre las cajas negras de financiamiento de la barra xeneize. En esas escuchas telefónicas, se había mencionado la cueva de Florida. Un negocio aceitado, el de la venta de plateas y palcos, que en la investigación judicial ya conocían hace dos meses.
Visitar la Bombonera, asistir a un partido de Boca, es un paseo casi obligado de los visitantes extranjeros que pasan por Buenos Aires y son amantes del fútbol. Los investigadores que siguen la pista de los tres asesinatos en los que están involucrados barras de Boca –Ernesto Cirino, en una gresca callejera con la cúpula, Marcelo Carnevale y Ángel Díaz, en un enfrentamiento con una facción disidente, el 21 de julio pasado- y una asociación ilícita de financiamiento ilegal, apuntaron a ciertas empresas de turismo que vendían, como paquete, plateas y palcos para ver a Boca por sumas nada despreciables: llegaban a cobrarles 1.500 y hasta 2.000 dólares.
“El mecanismo era el siguiente”, explicó a Infojus Noticias una fuente con acceso al expediente. “Los socios de Boca que estaban rankeados y tenían lugares asignados, tenían que confirmar 24 o 48 horas antes del partido e ir a buscar un abono. Supuestamente, el sobrante liberaba un cupo que se le daba a los socios adherentes, una especie de lista de espera. Pero había una manganeta: una parte del sobrante mediante la barra a parar a estas empresas, que se lo vendían, por ejemplo, a un turista inglés”. Las entradas eran canalizadas a través de las peñas del interior a distintos puntos del país. El juez Manuel De Campos ordenó allanar empresas de turismo en Rosario, Córdoba y Buenos Aires, y secuestro balances y documentación. El objetivo era probar que las entradas que los socios rankeados daban de baja terminaban en las agencias y no en manos de los adherentes. “Era una de las patas de los negocios de la Doce, que se derivó de la investigación del alquiler de carnets. A las empresas no las manejaban los cuatro de copas. Seguramente es un arreglo en el que van a medias, o los dueños son prestanombres de los barras”, concluyó la fuente, aunque advirtió que aún no se terminó de analizar la documentación para probar esos vínculos.
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