Infojus: Una novela gráfica cuenta una historia de barras en la dictadura

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Una novela gráfica cuenta una historia de barras en la dictadura

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2013-08-24 | Por: Laureano Barrera | Fecha de captura:: 2016-01-10 12:47

“¿Dónde está el Polaco?” nace de una hecho real: la desaparición de un integrante de la barra de Morón durante la dictadura y el esfuerzo de sus compañeros de hinchada por hacerlo aparecer. En una trama donde se mezcla la pasión, la represión y la violencia institucional en los años del Golpe, este cómic de Fabio Zurita y Francisco Barón, visita el universo barrabrava desde la perspectiva de la resistencia.

Fabio Zurita y Francisco Barón son los autores de la novela gráfica ¨¿Dónde está el Polaco?”, un relato que muestra el lugar qué tenían las barras de fútbol durante la última dictadura militar. El cómic está basado en la historia de la barra del Club Deportivo de Mrón entre 1979 y 1984. Un equipo en ascenso, un hincha peronista desaparecido y una barra que gritó hasta hacerlo aparecer. “¿Dónde está el Polaco” busca “proponer y abrazar el mito fundante y necesario de la barra con códigos: no todo ni siempre ha sido, en el tablón y en su hoy podrida periferia, esta mierda que parece haber llegado para quedarse”, dijo Zurita a Infojus Noticias en esta entrevista.

Entre esta tensión pivotea esta novela gráfica prologada por Juan Sasturaín. El romanticismo de la fiesta y el aguante, el folclore de los bombos, las cábalas y el aliento perpetuo se vuelven solidarias frente a la violencia policial y y la marginalidad. Tanto en los textos de Zurita como en los dibujos de Barón hay una visión descarnada del hombre como individuo pero rescatado desde el colectivo: un foco de resistencia frente a la violencia institucional.

Fabio Zurita –guionista, cineasta, director de teatro–, investigó durante dos años los vínculos de la barra con el poder militar de la dictadura, su lucha, para crear la historia. Dictaba un taller de guión gratuito en la biblioteca municipal de Morón y les propuso a sus alumnos montar dos cámaras y filmar el ingreso de los hinchas en la cancha de Morón para analizar su comportamiento. En la cancha ocurrió un incidente y la policía montó un operativo que terminó en una represión brutal en la calle. Esas imágenes mostraron que la violencia de la policía había producido la mayor cantidad de víctimas en el fútbol y dejaba cientos de lesionados graves por partido.

¿Cómo surgió la idea de ‘Donde está el Polaco’?

Yo hice un documental en los ‘90 que se llamaba Pato Criollo, que tuvo buena repercusión en varios festivales, y cuando se proyectó en Polonia, con hinchas ingleses, despertó mucho interés el tema de las barras. En esa película yo marcaba cómo las barras no eran el problema más grande, sino la policía de ese entonces. Tenía un poder muy grande, que manejaba la ley a su antojo y hacía cosas que hoy escandalizarían. Yo filmé a la policía robando banderas, pegándole a discapacitados, cosas que hoy serían gravísimas.

¿Por qué el formato del cómic o historieta?

Este es mi tercer libro de historietas, ya conozco el género, y sé que hay gente muy apasionada de la historieta, tanto como los apasionados del fútbol. Quise juntar unos con otros. En Morón había gente que fue a la presentación, que estaba muy alejada del fútbol. Incluso el dibujante Francisco no conocía mucho. Pero generaba algo emocionante incluso en ellos, y fue algo muy lindo. A él le pedí que aunque sea una vez fuera a la cancha, y los dirigentes de  le invitaron a la cancha y le regalaron una camiseta.

¿Por qué elegiste situar tu historia en la dictadura?

Me parecía que para entender la violencia que hoy rodea al fútbol, había que contar algunas cosas de su origen. Y para mí, en la época de la dictadura se rompieron muchos códigos y la violencia se expandió. Antes había, pero no el caos generalizado, el odio hacia las otras hinchadas y hacia la policía. Cuando hicimos la búsqueda de archivo, en los medios de la época se reflejaba que cada vez era peor y se decía que había que poner límites. Pero la idea de seguridad que hoy todavía tienen algunas personas que había en la dictadura es errada: fue la época de robos, secuestros comunes, la mayor inseguridad.

¿Y qué cambió desde la dictadura hasta hoy hacia el interior de la barra de Morón?

Antes la barrabrava de Morón convivía más con la gente; si había una disputa enseguida se paraba. Hoy en día es un negocio aparte, y eso provoca el enfrentamiento y el enojo de la gente con quienes están en la barra. Porque por mantener su negocio lastiman gente que hace mucho tiempo que va a ver a Morón. Hoy las barras pueden hablar con la policía, transar con los dirigentes políticos, y es natural. Antes, quienes tenían un poco de vínculo con la policía estaban mal vistos. Y ni hablar en la dictadura: la violencia de la policía en la dictadura eran contra los marginados, les cortaban el pelo, los fajaban. Pero había una especie de resistencia, que yo reflejo en la historia: nada más lejos que las barras con el poder de la dictadura.

¿El Polaco es un antihéroe?

Sí, pero en el fondo es un pacifista. Yo lo entrevisté mucho, a pesar de que había que sacarle las palabras con tirabuzón, y que habla en código y todo cortado, en un lenguaje inventado por él mismo. Habla de que no le gusta la violencia, de la mamá, y de Morón. Hay mucha gente que es violenta sin gustarle la violencia. Él hacía travesuras: le desinflaban los micros a los visitantes, esas cosas. Y participó con la pelea contra la policía de la dictadura. En el momento del lio se metía, e incluso estuvo secuestrado, porque él, aunque no era militante, se decía peronista.

¿La estética filosa de los dibujos, fue algo consensuado con Barón?

Yo le di mucha documentación, material de archivo, fotos de peleas hinchas con la policía de aquella época, de cómo fue cambiando su uniforme a lo largo del tiempo. Hablamos un poco sobre la estética, pero mí me gusta dejarle la creatividad para que el otro sume a la historia, no coartarlo. Francisco se comprometió mucho con la historia, tanto que tuve que decirle que cortara, porque los tiempos se estaban pasando. Él me pidió que la tapa fuera un dibujo suyo, y me gustó mucho las ideas que le puso.

Casi no están reflejados los negocios económicos que hoy rodean a las barras bravas…

Sin embargo, hay un personaje que se llama el anarco-atorrante, que se junta en la actualidad con el Polaco y le dice que ahora son todos mercenarios, y que por eso dejó de ir a la cancha. Eso es como un guiño. Pero no era la idea, sino mostrar una cierta resistencia en la época. 


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