Infojus: Dos provincias se enfrentarán en la Corte por el manejo de un río

La disputa tiene más de medio siglo. En Mendoza, las obras sobre el río Atuel fueron disminuyendo el caudal que llegaba a La Pampa. Ahora el gobernador pampeano llevará el caso al máximo tribunal del país: reclama una indemnización por el daño ambiental de la administración mendocina del río.

La Pampa, conocida mundialmente por la fertilidad de sus tierras, y a la que poetas y payadores dedicaron odas y canciones, hoy tiene seco todo el oeste de su superficie. En Mendoza, las obras sobre el Río Atuel fueron disminuyendo el caudal que llegaba a La Pampa, y ahora las canciones son zambas y romances dedicadas al río seco. Lo que era una inmensa pradera con humedales se convirtió en un desierto, y comenzó el éxodo de los pobladores. Medio siglo del reclamo pampeano a la provincia de Mendoza desembocó en lo que podría ser una nueva causa judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El gobernador de La Pampa, Oscar Jorge, le insistió al mendocino Francisco “Paco” Pérez su decisión de llevar ante la Corte el conflicto por el manejo de las aguas del río Atuel. En la reunión del Consejo Nacional del Partido Justicialista de la semana pasada, el pampeano advirtió a su par mendocino que su provincia volverá a recurrir al máximo tribunal para resolver el litigio histórico. Aunque se mostró abierto a discutir, aseguró que de su provincia “no se puede decir que faltó dialogo”.

En 2008, a partir de una visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la provincia de Mendoza, se impulsó un acuerdo para alentar el desarrollo económico regional de ambas provincias. El conflicto del Atuel formó parte de esas negociaciones. El convenio final -firmado por Jorge y el entonces gobernador cuyano Celso Jaque- se inscribió en el marco de un plan de acción articulado con la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Las disposiciones principales del pacto comprometían a las provincias al aprovechamiento de las aguas por partes iguales. Pero nunca se aplicó efectivamente. Su convalidación en la Legislatura mendocina todavía está pendiente. La situación no apaciguó el ánimo de los pampeanos, que ahora reclaman una indemnización por el daño ambiental de la administración mendocina del río. El gobernador pampeano lo avisó en la apertura del IV Congreso Pampeano del Agua: la provincia ya prepara la demanda para presentar ante la Corte.

El gobernador ya impartió instrucciones “para que se determinen en forma inmediata las bases jurídicas tendientes a que se repare el daño ambiental en sede judicial”. Argumentó que la intención es “que se revierta de una vez y para siempre la degradación de las tierras de la cuenca, y la recuperación del equilibrio fluvioecológico, seriamente afectado por el uso de las aguas”, según consignó el portal Infobae.

El compromiso de las provincias incluyó la realización de obras de impermeabilización de los cauces del Atuel –para impedir filtraciones y engrosar su caudal-. Según el gobernador de Mendoza, ya se ejecutó el 80por ciento de esa obra, que contó con un aporte importante del Gobierno nacional.

Un expediente en la Corte

Miguel Palazzani es un abogado pampeano que dicta clases con el constitucionalista Andrés Gil Domínguez en la Universidad Nacional de La Pampa. En 2011,Gil Domínguez promovió una acción de amparo ambiental colectivo, patrocinando la causa que exige que Mendoza repare el daño ambiental sobre La Pampa. ¿Qué daño? El oeste de la provincia, que hace un siglo era conocido como un extenso humedal muy fértil, hoy es llamado “el desierto pampeano”. La demanda incluye el pedido de una medida cautelar para que se restablezca la circulación constante de un curso de agua suficiente para recuperar el ecosistema pampeano, (conocido como “caudal fluvioecológico”).

En dos años avanzó muy poco. El expediente ya pasó por la vocalía de los ministros Ricardo Lorenzetti y Enrique Petracchi, y se encuentra en análisis en la de Carlos Fayt. Gil Domínguez, en diálogo con  Infojus Noticias , expresó que “para La Pampa, el Atuel es como las Malvinas para la Argentina. En la escuela te enseñan el ‘Romance del río perdido’”.

El constitucionalista pampeano reclamó que el gobierno provincial se incorpore como tercero interesado en esta causa, en vez de iniciar una nueva. Y planteó: “La provincia debe presentarse ante la Corte para exigir la ejecución de la sentencia del ’87, en la que se ordenaban un montón de obras para garantizar el curso inferior del Atuel, que nunca se completaron”.

En 1987 la Corte Suprema se pronunciósobre este tema. El fallo, recordado como “La Pampa c/ provincia de Mendoza p/ acción posesoria de aguas”, resolvió que el río era interjurisdiccional, y debía ser administrado por ambas provincias para su uso razonable y conjunto. Instó a ambas administraciones a elaborar trabajos conjuntos para llevar adelante el desarrollo regional basado en la cuenca del Atuel.

La solución teórica reconoció el derecho de La Pampa a sacar provecho del caudal en la misma medida que Mendoza. Pero en la práctica, la Corte reconoció a Mendoza el uso de esas aguas para riego, y dispuso que La Pampa tendría derecho sobre el excedente del caudal del Atuel, sólo una vez que Mendoza hubiera garantizado el riego sobre casi 76 mil hectáreas de tierras.

El caudal del río casi no deja margen para que La Pampa obtenga algún provecho de ese cauce que en algunas épocas del año es un lecho seco. Además, gran parte del torrente fluvial se utiliza para alimentar la planta hidroeléctrica mendocina Los Nihuiles, que produce y vende energía. El 25por ciento de lo recaudado por esa energía se remite -en calidad de regalías- para La Pampa.

Una historia de nunca acabar

La discusión data de comienzos del siglo XX, cuando desde Mendoza se comenzó a desviar varios brazos del Atuelpara poner en funcionamiento nuevos canales de riego. La provincia del vino ya era un estado federal, pero La Pampa todavía dependía del poder central porque hasta 1952 tuvo status de territorio federal.

En 1918 se realizó el primer desvío del brazo principal del río, el Atuel Viejo. La obra tuvo lugar en el Paso El Loro, y causó prácticamente la desaparición del afluente. El paraje Isla Chalileo se vio directamente perjudicado. A partir de las obras, dejó de ser una de las regiones más fértiles de La Pampa.

En 1937 se construyeron los “Tapones de Ugalde”, pequeños diques que tenían como fin inundar una zona determinada para la provisión de agua de los pobladores y productores locales. Estos trabajos, realizados en el límite de Mendoza con La Pampa, convirtieron el Arroyo Butaló en un débil sendero de agua. La Isla Chalileo perdió aquella ribera que lo rodeaba por el oeste, y ya no hubo razón para llamar “isla” a esa porción de tierras áridas.

El dique El Nihuil se terminó de construir en 1948. Surgido de un convenio entre Mendoza y Nación, fue pensado para regular los caudales del Atuel y generar energía hidroeléctrica. De un lado, el embalse; del otro, un fino hilo zigzagueante de aguas que se desliza entre las depresiones mendocinas. La Pampa, por entonces territorio bajo tutela federal, no fue tenido en cuenta en el convenio que dio origen a la obra, homologado por ley nacional.

Ya perjudicada por la erosión y la sequía, con graves consecuencias sobre el valor y la riqueza de los suelos, la provincia comenzó a señalar el problema como la causa del deterioro sobre la fauna y flora locales. Peor aún, la magra producción agropecuaria y la baja productividad de las tierras causaron también la migración de los pobladores y un estancamiento de la actividad económica.

Recién con el gobierno de Juan Perón se comenzó a integrar a La Pampa en la discusión sobre el aprovechamiento de los recursos del Atuel. La empresa estatal de Agua y Energía Eléctrica, una creación del entonces presidente, dispuso en 1948 una entrega anual de agua para consumo de los pampeanos, para el riego y la producción ganadera. La decisión era provisoria, y preveía la realización de estudios para tomar decisiones definitivas sobre los caudales fluviales para La Pampa.

En 1978, en el marco de otras negociaciones sobre la cuenca del Río Colorado –que involucraban a varias provincias más-, se discutió también el caso del Atuel, y se acordó que Mendoza realizaría obras de trasvasamiento para redirigir parte del caudal del Río Grande al Atuel. El proyecto alimentaría el casi inexistente volumen de aguas que llega a La Pampa, y permitiría retomar un proyecto que en realidad también databa del gobierno de Perón, y que aún hoy sigue pendiente: la represa Portezuelo del Viento. Sin embargo, hay objeciones sobre la iniciativa, porque el índice de salinidad del Grande y el Atuel no es el mismo, lo que podría afectar las tierras de la cuenca.

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