Infojus: Condenan a Locles a 1 año de prisión en suspenso y 3 de inhabilitación

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Condenan a Locles a 1 año de prisión en suspenso y 3 de inhabilitación

| Fuente: Infojus Noticias | Fecha de publicación: 2013-09-09 | Por: Infojus Noticias | Fecha de captura:: 2015-12-24 10:49

El Tribunal Oral 16 condenó el polémico perito Roberto Locles por adulterar la bala que se extrajo del cuerpo de Mariano Ferreyra. Locles fue sentenciado a 1 año de prisión en suspenso y 3 de inhabilitación.

El TOC 16 decidió condenar Roberto Locles con un año de prisión en suspenso y dos años de inhabilitación por  alterar la bala que se extrajo del cuerpo de Mariano Ferreyra, el militante del Partido Obrero asesinado por una patota ferroviaria el 20 de octubre de 2010. La sentencia fue unánime. El 16 de septiembre a las 13.30 los jueces Gustavo González Ferrari, María Cristina Bértola e Inés Cantisani darán a conocer los argumentos.

Los jueces rechazaron el pedido de nulidad solicitado por la defensa y declararon al perito de 76 años como “autor penalmente responsable del delito de alteración de un objeto destinado a servir de prueba”. Locles escuchó el veredicto tranquilo y se fue del lugar caminando junto con sus abogados.

“No fue un hecho aislado. No tiene que ver con que Locles es un señor mayor ni con que está enemistado con la Policía Federal. Hubo una decisión de llevar a cabo este golpeteo para que se introdujera un nuevo interrogante en una causa”, dijo el fiscal Fernando Fiszer ante el Tribunal Oral Criminal Nº 16 cuando fue el turno de su alegato.

Fiszer, como representante del Ministerio Público Fiscal, había pedido dos años de prisión y una inhabilitación especial por el período de 8 años. En representación de la familia Ferreyra, Federico Efrón, abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),  pidió tres años y tres meses de prisión para Locles. Además solicitó la inhabilitación del perito por el doble de tiempo de la condena. Claudia Ferraro, como abogada del militante herido del Partido Obrero Nelson Fabián Aguirre, pidió tres años y ocho meses; y el doble de tiempo de inhabitación.  Luis Grisoglia, abogado defensor de Locles, pidió su absolución. 

Tanto la querella como el fiscal Fiszer vincularon la intervención de Locles en la junta de peritos del 22 de febrero de 2011, en la que el Licenciado en Criminalística golpeó sobre una mesa la bala, como un hecho relacionado a beneficiar a los principales imputados por el crimen de Ferreyra. “El objetivo era alterar el curso de la investigación, seguir confundiendo. Se introdujo una nueva duda, una variable que no tenía que ver con el proceso”, dijo esta mañana el fiscal.

Para probar ello la querella y el fiscal citaron escuchas de la causa por el crimen del militante del PO. Locles había sido convocado por el abogado Oscar Igounet, defensor del picaboletos Guillermo Armando Uño. En conversaciones telefónicas -que constan en la causa- aparece una conversación entre Igounet y el abogado de Juan Carlos “Gallego” Fernández-condenado a 15 años por el crimen- en la que se menciona la intervención de Locles.

Las querellas y la fiscalía también cuestionaron los argumentos de Locles en su declaración indagatoria quien dijo desconocer que se trataba de la bala que se extrajo del cuerpo del joven. “No puede desconocer que estaba convocado para expedirse sobre el proyectil que habia sido extraido del cuerpo de Ferreya. Locles debió preguntar qué proyectil estaba tomando. El no preguntó porque sabía que lo que estaba haciendo producía una moficiación”, expuso Fiszer.

Grisoglia, abogado defensor del perito, cuestionó al Ministerio Público Fiscal y dijo que el alegato había sido “ideológico y misterioso”. También dijo que Locles estaba siendo juzgado por una conducta “irrelevante”.

Locles escuchó los alegatos tomando nota de todo. Cuando las partes terminaron de exponer tuvo su turno para las últimas palabras antes del veredicto. 

-¿Puede pedir un cuarto intermedio señor juez?-solicitó y el juez hizo lugar al pedido. Locles quería ir al baño

-Lo único que le pido es que vuelva-le contestó González Ferrari y muchos en la sala rieron.

A su regreso comenzó una extensa exposición que debió ser detenida por el Tribunal. “No es un alegato esto, Locles”, le dijeron.

En sus últimas palabras el polémico perito argumentó su inocencia y dijo que por este proceso “perdió todo”. “Acá también tendría que estar el médico que sacó la bala del cuerpo. El también deformó el proyectil. ¿Por qué estoy solo?”, ironizó el perito.

El juicio

En la primera audiencia se presentaron seis testigos que fueron interrogados por los jueces del TOC 16 y las partes. En el día de su cumpleaños número 76, el perito Locles se negó a prestar declaración indagatoria. El propósito de esa jornada fue reconstruir la junta de peritos del verano de 2011. De acuerdo al expediente de su procesamiento, Locles , con el proyectil en la mano, gritó: “¿Ven que esto no se deforma?”. Según sus dichos el objetivo era demostrar que la bala había rebotado contra el piso antes de impactar en la víctima.

En el juicio, los primeros seis testigos coincidieron en que Locles golpeó la bala teniendo en claro que era el “cuerpo del delito”. El testimonio que más comprometió al perito fue el del inspector de la Policía Federal, Juan Leguiz, de la división Balística y a cargo de conducir la reunión de peritos solicitada por la jueza Wilma Lopez, que investigaba el crimen de Ferreyra. “Cuando vi cómo lo golpeaba no podía creerlo. Fue un momento bastante traumático”, declaró ante el Tribunal el policía. Leguiza fue quien le sacó la bala a Locles de las manos aquella tarde en la División Balística de la Policía Federal Argentina. “Cuando la soltó, ví que tenía un brillo que antes no tenía, dejamos constancia y él se retiró sin firmar. Lo llamaron por teléfono, salió y cuando volvió dijo que se tenía que ir y pasaría a firmar al día siguiente”, dijo el Subinspector.

En el segundo encuentro declararon tres testigos y Locles pidió de hablar. “Yo no sabía que era el proyectil que mató a Mariano Ferreyra. La bala estaba arriba de la mesa y nadie me avisó”, dijo el perito ante el TOC 16. El hombre, que dice tener 54 años de carrera, aseguró que llegó tarde a la junta de peritos y que se sentía mal por sus problemas de hipertensión. También dijo que cuando llegó a la División Balística lo acusaron de falsificar la orden que le permitía participar. “Hay una corriente de peritos que a los viejos no nos quieren. Hacían chanzas porque yo tenía un muñeco”, expresó.

Con su habitual tono desafiante, Locles se defendió y responsabilizó al inspector de la Policía Federal que conducía la junta. “Yo no deformé el proyectil. Leguiza es el responsable de la seguridad y esperó tres veces que yo golpeara” -dijo-.
“Consiguieron lo que querían y  fui separado de la causa principal. No querían que llegara al juicio oral”.
El show del perito

Locles es conocido como el perito mediático.  Los productores de televisión lo llaman para opinar en muchos casos policiales resonantes. Está acostumbrad a salir en los programas que conducen Santiago del Moro o Luis Ventura. Durante el juicio también aportó al show. En la primera jornada del juicio, mientras un testigo hablaba Locles sacó de su valija un maniquí de madera. El presidente del Tribunal le pidió que no hiciera ruido y le advirtió que era un “llamado de atención” para que se comporte. En la segunda jornada, cuando habló frente al Tribunal quiso desplegar su valija con “material didáctico”, pero el juez no se lo permitió. Incluía una lámina enrollada que quería desplegar.

El Licenciado en Criminalística llega a juicio oral por la infracción al artículo 255 del Código Penal. Este delito prevé penas de prisión que van de uno a cuatro años para quien sustrajere, alterare, ocultare, destruyere o inutilizare objetos destinados a servir de prueba. El hombre había sido convocado como perito de parte balístico por la defensa del ferroviario -ahora absuelto- Guillermo Uño, picaboletos de la Línea Roca. Los golpes de Locles habían producido en la bala: “leves aplastamientos en la parte de su ojiva y el cuerpo, más específicamente, donde se hallaban las deformaciones lineales y paralelas que presentaba el proyectil”.

En 2012 la Cámara del Crimen lo procesó  por inutilizar el proyectil. “Nunca tuve intención de hacerlo. Estaba muy nervioso. Con un ataque de presión, pero aclaro que por más que lo hubiese golpeado con toda la fuerza, el proyectil por su dureza no lo hubiese deformado”, argumentó en su descargo.


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